
Sólo debo de acurrucarme
Sentir el calor de tu pecho
Que me protege como un gran broquel
En el que estoy tan tranquilo que
Puedo dormir o pensar, incluso
Me atrevo hasta a soñar
Con aquel día, aquel lejano día
En que nuestros corazones
Sean uno solo y latan al unísono
Que ese sonido que escucho
Sea el ritmo de nuestras vidas
Tu palpitar se convierta
en la música de mi alma
Cuando tus manos con juguetean
Con mis brazos, con mi cuello
Mis ganas de abrazarte aumentan
Pero a la vez no quiero abandonar
Ese calido y seguro lugar
Que en el que vivo y por el que muero
Donde mis sueños se elevan
Y mi realidad me despierta
Solo puedo disfrutar del aroma de tu piel
De la sensación de quietud y paz
Que tus caricias me brindan
Si eso provoca tus brazos
Que será el día en que por fin
Pueda besar tus labios?
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